domingo

Es que hace frío.

Para ir en bici al trabajo, al cine o a cenar con este frío, unos consejos. Muy pocos y muy básicos.

Las extremidades. Reciben menos riego que el tronco y están más expuestas, para el torso es mejor una ropa que corte el viento que una que nos abrigue tanto que termine sofocándonos. Al hacer ejercicio sentirás menos frío. Esto es así.

El cuello. No mola que el viento frío nos corte en el pecho o en el cuello. Los románticos prefieren los periódicos, pero hay muchas más opciones: bragas, bufandas...

Las manos. Ponte guantes.

Los ojos. Nunca pretendemos exagerar con estas cosas, pero ¿no os resulta incómodo el viento frío contra los ojos? Te lloran y lo malo que tiene la bici es que tienes que tenerlos abiertos casi todo el trayecto. Unas gafas de sol no están de más y si falta luz, unas sin tintar.

Ah, y mejor abrigarse en plan cebolla, con varias capas de prendas finas que un tabardo gordo.

Es un post muy corto porque no hay mucho más que añadir. Montar en bici calienta el cuerpo y libera endorfinas y durante el invierno, con la falta de luz, siempre se agradece ese extra de alegría.

Ya está. ¿Qué más vamos a decir nosotros que no haya dicho ya el de la bici?



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